Ha llegado el tiempo de las castañas. Y no me refiero a pegarse la galleta con la moto. Precisamente. Muchos de vosotros, bueno, quizás sólo algunos, prefiere colgar los guantes durante la época de invierno y dejar vuestras monturas aletargadas esperando que el clima mejore.
De la misma forma que muchos plantígrados, las motos también deben prepararse para la hibernación.
Dejar una moto parada durante un tiempo, requiere una serie de medidas si queremos evitar los quebraderos de cabeza cuando la primavera despierte nuestras ganas de rutear.
Uno de los primeros elementos que deberemos tener en cuenta es la batería. La vida de la batería depende de los procesos químicos que se generan en su interior. No basta con “bajar de vez en cuando y arrancar la moto un rato”. El mayor consumo de energía en una batería se produce en el encendido y la recuperación o recarga de la misma sin más aporte de energía que el propio motor de combustión, requiere que la moto esté circulando un buen rato. Ese es otro tema. Con arrancar la moto y darse una vuelta a la manzana con ella, no es en absoluto suficiente si lo que queremos es que la batería siga viva en primavera. La mejor solución de todas (aparte por supuesto de andar la moto también en invierno como el resto del año) es conectarla a un mantenedor de batería. Si no tienes opción de conexión donde la vayas a aparcar, retira la batería y llévatela allí donde la puedas conectar al mantenedor y vigilarla de vez en cuando.
Igual que los alimentos, “guardar en lugar fresco y seco”. Lo de fresco será fácil por que es invierno, pero cuidado, la cuestión es que la temperatura no sea comparable a la del ártico. Si exponemos la moto a temperaturas bajo cero podemos encontrarnos con serios problemas. Lo mismo que el agua o la humedad excesiva. Dejarla sufriendo las inclemencias del tiempo, mejor dicho, del mal tiempo, nos devolverá una preciosa opción rat.
Si optamos por cubrirla, cuidadito cuidadito con el tipo de funda que le ponemos. Los cambios de temperatura, la luz directa del sol y todo este tipo de cosas, terminarán por deteriorar la funda y pegarla a la moto. Y como imaginaréis, la depilación no es lo suyo. También nos podría pasar que la funda no transpirase y nos genere un efecto invernadero que, aunque no suponga cambio climático, a la moto le saldrían algas, mohos en los cueros y asiento, oxidaciones varias, algo así como una nueva versión zombie-rat. Así que elegid una funda específica para motos, diseñada para evitar finales que os harán llorar. Bonus track: una manta o sábana más una funda de nylon para motos también os valen.
Si pasamos ya a cuidados nivel experto, hablemos de otros puntos a tener en cuenta.
La gasolina. ¿Depósito lleno o vacío? Depende. En las motos de carburación lo recomendable es vaciar el carburador. Esto evitará que se queden residuos tras la evaporación. Para ello, agotamos la gasolina poniendo el motor en marcha y la llave de paso de gasolina cerrada, hasta que la moto se pare o bien a través del tornillo de desagüe. Al dejar la llave de paso de gasolina cerrada, podemos dejar el depósito lleno y evitar así la oxidación interior del mismo.
En las motos muy veteranas, lo recomendable es dejar además del carburador también el depósito de gasolina vacío. Para evitar la oxidación interior existen productos de fácil aplicación.
En las de inyección sería más recomendable dejar el depósito lleno, siempre y cuando estemos hablando de una hibernación de unos cuatro meses, no de cuatro años. La gasolina con el paso del tiempo se corrompe y comienza a decantarse, generando también residuos que obstruyen los conductos.
Si vas a visitarla de vez en cuando y la mueves de posición esto no te afecta tanto, pero si no va a ser así y te vas a olvidar de ella hasta que vuelva a salir el sol, piensa que las gomas de los neumáticos se dañan y quedan planas en la zona de contacto con el suelo, sobre todo si no las has hinchado adecuadamente antes de dejarla descansar. Se recomienda incluso meter medio kilo más de presión de lo habitual ya que van perdiendo poco a poco. Si quieres evitar que toque el suelo, hazte con un caballete o incluso uno para cada rueda.
Engrasa la cadena, lubrica los puntos claves y protege los contactos eléctricos con producto adecuado si vives en zonas muy húmedas o en zonas cercanas al mar.
Y por último y no menos importante, cuando los pajaritos canten y las nubes se levanten, y ardas en deseos de volver a montarte en ella (en la moto me refiero, por supuesto. No entiendo en qué podías estar pensando) comprueba antes la batería, las ruedas (presión y estado), que tenga gasolina de nuevo, que no existan depósitos ni obstrucciones, niveles de líquidos varios y arráncala con mucho mimo. Ante la duda, consulta con tu taller de confianza, siempre será mejor pecar de precavido.